Casi todo el mundo sabe que el cero fue el último número en inventarse (o descubrirse), y parece lógico. Es relativamente fácil llegar al concepto de uno, dos, tres…, pero pensar que cuando “no tienes nada”, eso también es un número, es un poco más difícil. De hecho, lo utilizamos, pero seguimos sin comprenderlo de verdad, como los CDs, que los escuchamos pero nadie entiende cómo se puede meter música en un trozo de plástico.
El asunto del cero se complica cuando se introduce en el ámbito económico-publicitario, porque le salen sinónimos aún más incomprensibles, como “gratis” o “sin”. Hace tiempo tuve una conversación telefónica con una señorita que reproduzco a continuación:
– Buenos días.
– Buenos días.
– Verá, le llamo porque en su periódico anuncian un álbum de sellos gratis, pero en la factura el precio es de un euro.
– Sí, así es. En la portada pone “gratis”, pero si mira usted en las páginas 34-34, verá que en una esquina pone “+1 € por gastos de distribución”.
– Aha, de modo que vale un euro, no es gratis.
– No, no, el álbum es gratis, el euro es por la distribución.
– Pero yo, cuando un cliente me pida el álbum, ¿le tengo que cobrar 1 euro o no?
– Sí, claro.
– Entonces no es gratis.
– El álbum sí, la distribución no.
Seguimos un rato así: yo intentando convencerla de que si tenía que cobrar un euro, fuera por lo que fuera, el álbum no era gratis, y ella intentando convencerme a mi de que el álbum y la distribución eran conceptos distintos, de modo que el álbum era gratis, la distribución un euro y de ahí que pareciese que el álbum costara un euro, aunque no era así. Como ninguno de los dos iba a convencer al otro de lo contrario, decidí pensar que ella en realidad pensaba como yo, pero que no lo admitía porque quería mantener su puesto de trabajo (una excusa genial para seguir pensando que yo tenía razón), así que le di las gracias y terminé la conversación.
Desde entonces, la situación se ha repetido cada domingo que un periódico comienza una nueva promoción, es decir, todos los domingos. La diferencia es que antes ponían gratis* y ahora ya pasan del asterisco. Reproduzco, a modo de ejemplo, uno de ellos, por no aburrir (aunque creo que voy a crear un álbum en Picasa para ir poniendo todos los que tengo):
Después de aquella conversación telefónica, me quedé pensando que, si ella tenía razón, ¿cómo era posible que en el Pryca me dijeran que un kilo de naranjas costaba 2€? ¿Es que los señores del Pryca no se dan cuenta en las posibilidades publicitarias de decir que el kilo de naranjas es gratis? Sólo tendrían que añadir en una esquina en letra “Times New Roman” de tamaño menos 3 algo como “+0´10 de gastos de compra al agricultor, +0´20 de gastos de etiquetado, +1´00 de gastos de transporte, +0´50 de ganancias y 0´20 de IVA”. O sencillamente, algo como:
CONTINUARÁ….
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