#1. El 21 de julio de 2009, a las 10:35 |
Comparto cada palabra que has escrito sobre el astro que nos vigila cada segundo, y además añado, e invito a la gente a que piensen unos segundos en los sentimientos que recorrieron cada célula de los pioneros que observaron nuestro hogar desde esa bola que nos hace soñar. Esa roca mágica que cautiva los corazones de las parejas, que emboban las pupilas de los enamorados, que florece tinta en la pluma del escribano. Ese peñasco flotante que convierte a los hombres en lobos que nos hace perder los estribos y florecer nuestros instintos más rastreros e inhumanos.
En fin: nuestra fiel compañera, con la cual nos conformamos con soñar que algún día nuestra alma surcará el espacio a su lado….
#3. El 23 de julio de 2009, a las 13:13 |
Sí, la Luna sigue ahí, pero se aleja de nosotros… a una distancia muy pequeña al año, pero se aleja.
Veo que no has tocado el tema de si llegamos o no a la Luna, jeje.
Bienvenido, sir Galcerán! (no al blog, pero sí a los comentarios)
Aunque lo intente, nunca podré escribir algo tan poético como lo que escribes tú, así que acudo a uno de los grandes poetas (Robert Browning), para añadir:
“El Hombre debe ir más allá de lo que está a su alcance. Si no, ¿para qué está el cielo?”